Devocional diario del Avivamiento

Busquemos juntos al Espíritu Santo. Él soplará sobre nuestras vidas una vez más.

¡Sígue los pasos, es muy sencillo!

1 - Adoración

 Empieza con adoración

Toma tiempo para adorar, la Biblia nos enseña que: “…antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;” La adoración en muy importante para el Señor, Su Palabra dice: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren”. Juan 4:23

2 - Lee Su palabra

Gálatas : 5

1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

2 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.

3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.

4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.

5 Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia;

6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

7 Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?

8 Esta persuasión no procede de aquel que os llama.

9 Un poco de levadura leuda toda la masa.

10 Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea.

11 Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz.

12 ¡Ojalá se mutilasen los que os perturban!

13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

14 Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

15 Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.

16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.

17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,

20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,

21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

Gálatas : 6

1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.

4 Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro;

5 porque cada uno llevará su propia carga.

6 El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.

7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

11 Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano.

12 Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo.

13 Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne.

14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.

15 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.

16 Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios.

17 De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.

18 Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. {\b Amén.

Job : 9

1 Respondió Job, y dijo:

2 Ciertamente yo sé que es así; ¿Y cómo se justificará el hombre con Dios?

3 Si quisiere contender con él, No le podrá responder a una cosa entre mil.

4 El es sabio de corazón, y poderoso en fuerzas; ¿Quién se endureció contra él, y le fue bien?

5 El arranca los montes con su furor, Y no saben quién los trastornó;

6 El remueve la tierra de su lugar, Y hace temblar sus columnas;

7 El manda al sol, y no sale; Y sella las estrellas;

8 El solo extendió los cielos, Y anda sobre las olas del mar;

9 El hizo la Osa, el Orión y las Pléyades, Y los lugares secretos del sur;

10 El hace cosas grandes e incomprensibles, Y maravillosas, sin número.

11 He aquí que él pasará delante de mí, y yo no lo veré; Pasará, y no lo entenderé.

12 He aquí, arrebatará; ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá: ¿Qué haces?

13 Dios no volverá atrás su ira, Y debajo de él se abaten los que ayudan a los soberbios.

14 ¿Cuánto menos le responderé yo, Y hablaré con él palabras escogidas?

15 Aunque fuese yo justo, no respondería; Antes habría de rogar a mi juez.

16 Si yo le invocara, y él me respondiese, Aún no creeré que haya escuchado mi voz.

17 Porque me ha quebrantado con tempestad, Y ha aumentado mis heridas sin causa.

18 No me ha concedido que tome aliento, Sino que me ha llenado de amarguras.

19 Si habláremos de su potencia, por cierto es fuerte; Si de juicio, ¿quién me emplazará?

20 Si yo me justificare, me condenaría mi boca; Si me dijere perfecto, esto me haría inicuo.

21 Si fuese íntegro, no haría caso de mí mismo; Despreciaría mi vida.

22 Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume.

23 Si azote mata de repente, Se ríe del sufrimiento de los inocentes.

24 La tierra es entregada en manos de los impíos, Y él cubre el rostro de sus jueces. Si no es él, ¿quién es? ¿Dónde está?

25 Mis días han sido más ligeros que un correo; Huyeron, y no vieron el bien.

26 Pasaron cual naves veloces; Como el águila que se arroja sobre la presa.

27 Si yo dijere: Olvidaré mi queja, Dejaré mi triste semblante, y me esforzaré,

28 Me turban todos mis dolores; Sé que no me tendrás por inocente.

29 Yo soy impío; ¿Para qué trabajaré en vano?

30 Aunque me lave con aguas de nieve, Y limpie mis manos con la limpieza misma,

31 Aún me hundirás en el hoyo, Y mis propios vestidos me abominarán.

32 Porque no es hombre como yo, para que yo le responda, Y vengamos juntamente a juicio.

33 No hay entre nosotros árbitro Que ponga su mano sobre nosotros dos.

34 Quite de sobre mí su vara, Y su terror no me espante.

35 Entonces hablaré, y no le temeré; Porque en este estado no estoy en mí.

Job : 10

1 Está mi alma hastiada de mi vida; Daré libre curso a mi queja, Hablaré con amargura de mi alma.

2 Diré a Dios: No me condenes; Hazme entender por qué contiendes conmigo.

3 ¿Te parece bien que oprimas, Que deseches la obra de tus manos, Y que favorezcas los designios de los impíos?

4 ¿Tienes tú acaso ojos de carne? ¿Ves tú como ve el hombre?

5 ¿Son tus días como los días del hombre, O tus años como los tiempos humanos,

6 Para que inquieras mi iniquidad, Y busques mi pecado,

7 Aunque tú sabes que no soy impío, Y que no hay quien de tu mano me libre?

8 Tus manos me hicieron y me formaron; ¿Y luego te vuelves y me deshaces?

9 Acuérdate que como a barro me diste forma; ¿Y en polvo me has de volver?

10 ¿No me vaciaste como leche, Y como queso me cuajaste?

11 Me vestiste de piel y carne, Y me tejiste con huesos y nervios.

12 Vida y misericordia me concediste, Y tu cuidado guardó mi espíritu.

13 Estas cosas tienes guardadas en tu corazón; Yo sé que están cerca de ti.

14 Si pequé, tú me has observado, Y no me tendrás por limpio de mi iniquidad.

15 Si fuere malo, ¡ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza, Estando hastiado de deshonra, y de verme afligido.

16 Si mi cabeza se alzare, cual león tú me cazas; Y vuelves a hacer en mí maravillas.

17 Renuevas contra mí tus pruebas, Y aumentas conmigo tu furor como tropas de relevo.

18 ¿Por qué me sacaste de la matriz? Hubiera yo expirado, y ningún ojo me habría visto.

19 Fuera como si nunca hubiera existido, Llevado del vientre a la sepultura.

20 ¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me consuele un poco,

21 Antes que vaya para no volver, A la tierra de tinieblas y de sombra de muerte;

22 Tierra de oscuridad, lóbrega, Como sombra de muerte y sin orden, Y cuya luz es como densas tinieblas.

3 - Avivabreak para hoy

"Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados."

2 Crónicas 20 describe como el rey Josafat vence contra Moab y Amón y el verso 20 explica como: "Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados”.Creer en la palabra predicada te hace prosperar y vencer, escucha este Avivabreak, unos pocos minutos te pueden dar la victoria.

4 - Vamos a orar, hablemos con Dios

Jesús nos enseñó acerca de la oración:

"Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

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