Quizás has estado clamando a Dios a causa de la opresión y la humillación; y te preguntas ¿Dónde está Dios? Pues debes saber que la maldición nunca viene sin causa, nuestro pecado hace división entre nuestro Dios y nosotros. Es por eso que si hoy haces un cambio y estás decidido a confiar plenamente en Dios, entonces, Él acabará la humillación. Dios mismo quitará tu opresor, el que te aflige; y lo hará para siempre. Recuerda: “La guerra es de Dios”.
Centro Mundial de Avivamiento, un ministerio de los Pastores Ricardo y Ma. Patricia Rodríguez.
Bogotá – Colombia
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